¿Que qué estoy pensando? Creo que son tantas cosas que no cabrían
aquí... Pero por resumir, solo diré que el amor tal vez exista, puesto
que de vez en cuando lo oigo rascar entre mis huesos, que ya parecen de
alambre, y cada vez resisten menos; no sé si podré con él, pero lo
intentaré. Einaudi me dice que vaya a por todas; Satie me dice que
espere, que lo bueno llegará... Pero, ¿qué haré mientras decido? Muero
de alivio si lo digo, y de asfixia si lo callo. Muero de vergüenza ante el no, y de timidez ante el sí. ¿Y por dónde he de seguir?
Muero triste ante el olvido, muero triste si recuerdo. Muero de
cualquier manera, y ya no sé si he de decirlo. Muero de amor, de
nostalgia, y muero cuando sé que ambas cosas van unidas; que no se puede
estar enamorado de alguien que está demasiado cerca, y que no se puede
echar tanto de menos a alguien a quien no amas. Que la dicha y la
desdicha son palabras parecidas, que aunque cambien los prefijos siempre
estarán unidas. Que si se vive por amor, se muere con una sonrisa
puesta. Ama lo que tienes, ama lo que eres, ama lo que haces y ama lo
que te haga sentir que tienes alma; pues con alma no se nace, ya que el
alma se consigue.
El día que consigas amar a alguien de verdad,
sabrás que tienes alma. Y es tu cuerpo quien lo pide. Déjate llevar, que
la mente se equivoca más que las entrañas.