18/03/2015

Sobre el cambio

Pienso que, al menos la mayoría de veces, quien teme al cambio es quien no está seguro de sí mismo, quien teme que cualquier alteración en su fluir diario, por pequeña que sea, pueda afectar a su tan costoso equilibrio (que muchas veces ni siquiera existe)... Creo que si alguien está seguro de sí mismo, y cree que necesita un cambio, debe realizarlo, o al menos intentarlo, lo antes posible; nuestro cerebro es una compleja máquina rellena de filtros, de miedos y de inseguridades, pero si nuestra "alma" (corazón, subconsciente, llamémosle como queramos) nos pide un cambio, es muy probable que tenga más razón que nuestro cerebro, pues ella es libre. Ella sugiere, sin ordenar. Ella pide, sin exigir. Ella, en muchos casos, es la que nos conoce mejor que nuestro cerebro y nuestra razón juntos, y es a ella a quien deberíamos de escuchar primero.

Quien teme al cambio es quien se teme a sí mismo, quien teme no estar preparado, quien duda de si dicho cambio será a mejor o no... Bienvenido sea el cambio, pues es él quien demuestra que somos humanos, que tenemos capacidad de adaptación (de lo contrario nos hubiéramos extinguido hace mucho) y quien sí exige; exige lo mejor de ti, y en nuestra propia capacidad está la prueba... ¿Podremos soportarlo?

Mi respuesta es sí... Se avecinan cambios, y los afrontaré con orgullo, con valentía y, por qué no, con dos cojones. Sé que soy capaz, sé que debo hacerlo, y sé que no me arrepentiré. La vida da muchas vueltas, sin detenerse por quien se queda atrás... Y sé que ése no seré yo.